Corinthians, de la negativa a jugar a los testeos compartidos con otros clubes
El Timao contra la abrupta reanudación.
Si en Inglaterra e Italia se generó un gran debate acerca de si es conveniente o no apresurar el regreso del fútbol, en Brasil esa discusión se agranda mucho más a partir de los números que arroja el coronavirus y la nula actividad en el continente. Jair Bolsonaro quiere que vuelvan las competencias y un club plantó bandera con una negativa.
"El deporte es vida y salud. Además, los futbolistas quieren volver a jugar", confesó el mandatario brasileño, además de haber dicho que se trata de una gripecita exagerada por los medios. Una postura clara, pero en la vereda opuesta es la que comunicó Corinthians.
Es que mientras algunos clubes, entre los que se destacan Flamengo, Palmeiras y Vasco da Gama (todos de Río de Janeiro), apoyan a Bolsonaro, hay otros, como el Timao, que rechazan la idea y así lo dejó saber el presidente de la institución:
"Después de 23.000 muertes causadas por el Covid-19 hay menos debate. Por esta razón, en nombre de los hinchas del club, expreso nuestra solidaridad con cada brasileño afectado por la enfermedad, el dolor o una pérdida familiar".
Andrés Sánchez, máximo mandatario de la institución paulista, confesó su malestar con que a corto plazo se retomen las actividades y advirtió que el fútbol no puede anticiparse al control de la pandemia del COVID-19.
"Nuestro compromiso con el fútbol es tan fuerte como la parte social y para eso estamos trabajando", señaló Sánchez, al momento de comentar que tanto Corinthians como muchos equipos sufren las repercusiones económicas de la pandemia, que provocó recortes y despidos.
Luego de una reunión virtual entre los popes del Timao, Palmeiras, San Pablo y Santos, los cuatro equipos más importantes del fútbol del estado paulista, informaron este miércoles a las autoridades sanitarias que desean someter a test de coronavirus a sus planteles el mismo día y crear juntos un programa de entrenamiento progresivo.
El coronavirus causó 24.512 muertes y 391.222 contagiados en tierras brasileñas, situación que colocó al país como uno de los epicentros del virus junto a los Estados Unidos y el más afectado en Sudamérica.
