Miguel Ángel Russo, del recuerdo de la Libertadores a los asombrosos números que registra invicto
El entrenador, de gran momento antes de la pandemia, recordó cuando dirigió a Román.
A raíz de las eliminaciones y los resultados adversos ante su clásico rival, en Boca quisieron que, luego de los ciclos de Arruabarrena, Schelotto y Alfaro, quien agarre el timón y lleve a buen puerto la nave sea Miguel Ángel Russo.
El entrenador de 64 años fue elegido por su basta experiencia, la espalda que tiene en el club y su capacidad para manejar un vestuario de renombre. Ahora, mientras aguarda por la reanudación del fútbol, el último DT campeón en Argentina llenó de elogios al actual vice segundo del Xeneize.
"Habíamos hecho una gran pretemporada en Tandil, pero nos faltaba algo. Se dio la posibilidad de Román y luché mucho para traerlo. Porque sabía que Román nos podía cambiar. Él venía golpeado del Mundial, del Villarreal, de su pelea con (Manuel) Pellegrini. Y tuvimos a un Román en su máximo nivel".
El club publicó un video celebrando un nuevo aniversario de la obtención de la Copa Libertadores 2007 y Russo aprovechó para revelar detalles de lo que fue haber dirigido a uno de los máximos ídolos de la historia del conjunto de La Ribera.
"Pocas veces he visto jugadores jugar una final de esa manera, pero después repaso las finales de él, con Palmeiras, con el Real Madrid, y tiene una injerencia muy grande en todos esos partidos. Ese día, en Brasil, no le podían sacar la pelota. La llevaba de un lado al otro, la cubría, la acariciaba...".
En la misma línea, el ex técnico de Cerro Porteño confesó que el mayor anhelo, de hinchas y dirigentes es la obtención de la séptima Copa. "En 2007 llegué al club, abrí la puerta y me dijeron: 'Hay que ganar la Libertadores'. En 2020 volví y el que me abrió la puerta me dijo exactamente lo mismo. ¿Qué cambió? Nada. Esa Copa fue un acontecimiento especial dentro de mi vida, el mayor logro que tuve como entrenador", agregó.
La realidad marca que desde el retorno de Russo al banco de la Bombonera a principios de año, fueron diez partidos invicto (ocho victorias y dos empates) y en el medio una vuelta olímpica. Pese al poco tiempo, afianzó jugadores y recuperó la mejor versión de Carlos Tévez, hoy por hoy el máximo referente del equipo.
Un dato curioso, es que por el parate de la pandemia de coronavirus sumado a los partidos de este nuevo ciclo, el DT del Xeneize lleva un increíble registro de 4572 días sin perder al frente de Boca. ¿Su última derrota? El 16 de diciembre del 2007 ante el poderoso Milan por 4 a 2 en Yokohama, por la final del Mundial de Clubes. ¿Podrá cumplir el objetivo de volver a disputar esa instancia?
