A una semana de la vuelta de la MLS, los números están en rojo
Todo mal con respecto a la reanudación.
Con el correr de los años y fortunas de por medio para contratar a estrellas a nivel mundial, la Major League Soccer fue ganando protagonismo y popularidad. Ahora, ante la vuelta a las actividades, parece que las cosas no andan bien.
Luego de que las competencias en Estados Unidos se frenaran en marzo, durante la segunda semana de junio se pactó la continuidad del torneo para el próximo 8 de julio, con un formato atípico y muy prometedor.
La MLS volverá al mejor estilo Copa del Mundo, con una única sede en Florida (se llevará a cabo en el ESPN Wide World of Sports Complex de Walt Disney Resort) y distintos grupos clasificatorios para cerrar con los playoffs.
Desde el anuncio que la expectativa es grande, pero a una semana del ansiado reestreno, las malas noticias llegaron desde Norteamérica y el certamen estadounidense confirmó nuevos casos de coronavirus entre las franquicias participantes.
El torneo había anticipado la estadía de 26 equipos y poco tiempo después, emitió un comunicado diciendo que tras realizar 392 nuevos test, hay cuatro futbolistas contagiados con el virus.
Los protagonistas del campeonato temen y es lógico, ya que la información viene de la mano con un rebrote en Florida. De hecho, en el epicentro de la pandemia, el registro oficial de este miércoles reporta 6.093 casos en las últimas horas, ascendiendo a un total de 152.426 infectados, con 3.504 fallecidos (54 confirmados en el último día).
Como si los escalofriantes números del Estado no fueran poco disgusto para los players de los equipos, también una de las últimas novedades tiene que ver con un conflicto alrededor de los desayunos. Sí, varios jugadores de la MLS hicieron público su enojo con la relación precio-calidad de las comidas en los hoteles que puso a disposición Disney.
Omar González, defensor mexicano del Toronto FC, fue uno de los ejemplos en el certamen norteamericano que publicó una imagen de su primera comida del día. El zaguero mostró platos con un valor entre 45 y 75 dólares, pero al ver la imagen resulta irrisorio: una banana, un sanguche y un pequeño postre de manzana.
