Residente revela lo que nunca contó: “Hablaba con ella y veía toda la carga que yo tenía..."

René Pérez dejó sorprendidos y conmovidos a todos cuando estrenó su nueva canción llamada "René", en la cual se animó a contar el difícil momento que atravesó en su vida. 

El cantante, que acostumbra a escribir letras sobre protesta social, en este nuevo lanzamiento decidió relatar una etapa oscura que vivió tiempo atrás. Creó rimas donde habló de su niñez en la esquina de la Calle 13 y 11 de San Juan de Puerto Rico, de su adolescencia en la Escuela de Arte y sobre cómo llegó a convertirse en un artista reconocido en distintos países.

Otro de los detalles que llamaron la atención de los espectadores en el video, es que René, por primera vez mostró el rostro de su único hijo, Milo, fruto de la relación que tuvo con Soledad Fandiño. 

Desde que el clip del artista fue publicado en YouTube el 27 de enero hasta el día de hoy, con buenas y malas críticas, fue un éxito en la plataforma, ya que lleva 52 millones de reproducciones. 

Tras la repercusión de la canción, el compositor puertorriqueño fue entrevistado por BBC Mundo, donde reveló: “Todo lo que aguanté por años (...). Me agarró solo, en medio de una gira y con veinte mil situaciones pasando alrededor. Era una sensación de que aunque miles de personas estén en un concierto tuyo vos sentís que nadie te quiere, que sos un estorbo, que no debés estar ahí, que estás causando problemas. Eso es bien horrible. Estaba agarrando peso de todos lados. Es una locura que no controlaba”.

Luego de comunicarse por teléfono con su mamá, el ex de la actriz argentina, dijo que se le ocurrió escribir: “Pensé que era bueno ponerlo en una canción, porque sé que es algo que a todos nos pasa y con lo que la gente iba a poder conectar. Pensé que de algún modo podía ayudar a la gente haciéndoles saber que esas cosas pasan, que es normal y que uno tiene que buscar la forma de salir de ese lugar”.

Finalmente el productor de música urbana admitió que pese a lo vivido, no confía en la medicación: “Respetando a los psiquiatras, a mí me da un poco de miedo, porque ellos recetan cosas y yo le tengo miedo a las pastillas. No me gusta meterme nada. Aunque sí consultaba a una psicóloga: “Hablaba con ella y veía toda la carga que yo tenía. Se dio cuenta de que yo le decía que sí a todo el mundo. Con ella aprendí a decir que no”.