Adrenalina y deporte: practicó windsurf durante el temporal de viento en Bariloche

Hace algunas horas, se conocieron impactantes imágenes de una práctica deportiva arriesgada durante el temporal de viento que azotó a la localidad rionegrina de Bariloche. Un vecino y experto en windsurf se animó y le hizo frente a las fuertes ráfagas. 

Se trata de Tomás Djapic, un hombre de 60 años oriundo de Bariloche, quien en condiciones climáticas adversas, pero propicias para el deporte de agua, se subió a su tabla y disfrutó de las altas olas que el viento provocó en el lago Nahuel Huapi en la ciudad andina.

Tras vivenciar esta práctica extrema, el vecino de Bariloche compartió un video en sus redes sociales y contó que así fue cómo decidió celebrar su cumpleaños. Concretamente, en las imágenes se lo puede observar moviéndose a la velocidad del viento que, en esa ocasión, soplaba a 132,5 kilómetros por hora.

Luego, Tomás Djapic aseguró públicamente: "Pedí viento de regalo para mi cumpleaños, pero creo que me pasé. Día ultra heavy con más de 70 nudos. Increíble tormenta en Bariloche y la zona".

Cabe destacar que esta no es la primera vez que esta curiosidad se ve en el lago Nahuel Huapi. Incluso, más allá de la lejanía de Bariloche del oleaje y la sal del mar, son múltiples los deportistas que se divierten los días de viento en las aguas dulces de la ciudad andina.

En qué consiste el Windsurf 

Este deporte, que practicó con estilo y adrenalina el vecino de Bariloche, es conocido como surf a vela o tabla a vela y consiste en desplazarse sobre el agua con esos dos elementos. Pese a ser similar a un velero o aparejo, una tabla de windsurf permite una rotación libre de un solo punto de unión: el pie de mástil. De este modo, el deporte se practica en función de la dirección del viento y de la posición de la tabla con respecto a este último. 

El viento intenso azotó a Bariloche

Durante este domingo y toda la madrugada del lunes, Bariloche registró un temporal de viento con ráfagas que, por momentos, superaron los 100 kilómetros por hora. A consecuencia de ello, hubo voladuras de techos, caída de árboles, cortes de energía y hasta la suspensión de las clases presenciales.

Incluso, los servicios de emergencia de la ciudad andina y personal de Defensa Civil tuvieron que intervenir en más de un centenar de casos. Hasta se llevó a cabo tres evacuaciones de familias, cuyas casas sufrieron importantes daños.